Confesiones (Benja)

Muy bien. Había dicho otro nombre ahora, Rebecca. Pero era ese? Mejor que Claudia parecía, y cómo ella se acercó a él para darle la mano parecía que sí, ese era su nombre verdadero. Sonrío y correspondió a su saludo de forma simpática.

- Mucho gusto Rebecca - Contestó - Y después de todo tu nombre sí empezaba con R -

Rebecca, era un nombre un tanto raro para el, en el poco tiempo qeu pasó en Estados Unidos estudiando, no lo había escuchado nunca ni había conocido a nadie que se llamase así. Claro, tampoco es que fuera un nombre muy común, o si?

- Debería presentarte a Lauren, a ver si puedes entrar en la comunidad - dijo mientras se acomodaba el pelo que lo tenía un poco revuelto

Sonreí al sentir su mano, y al escuchar su primer comentario, dejé ver mis dientes ante él.

-Yo no miento dije negando con la cabeza

Me paré en cuanto el se revolvía el pelo, pensando en que iba a hacer. No tenía muchas ganas de conocer personas, y valla que era vaga. Empecé a dar vueltas en círculo, como una tonta. Cuando me decidí, paré mareada ya, y lo miré.

-Mejor no. Quiero que esto sea un secreto entre nosotros dije pícara y luego le guiñé un ojo

Busqué leña de por allí, para poder hacer fuego. Había aprendido mucho en aquellos tres años de campamento; prender fuego, convivir con animales salvajes, en otras palabras, sobrevivir.

Froté dos ramas sobre otra, creando unas cuantas chispas, que en un rato se hicieron una enorme cortina de llamas. Busqué un palo de madera seco, y le quemé la punta. Cuando ya tenía todo, me acerqué a la piedra y grabé mi nombre en esta. Sonreí mientras lo hacía. Cuando terminé quedó mi nombre allí. Me di vuelta y lo miré.

-¿Ves? Ya tiene mi nombre dije y me senté en la roca

La miró enarcando una ceja mientras hacía todo aquello. Comenzó a prender una fogata y luego escribió en la piedra. Ahora, literalmente, si tenía su nombre grabado en ella. Soltó una carcajada al ver toda aquella secuencia de acciones y se paró.

- Un secreto? - Preguntó - Es muy dificil mantenerte en secreto aquí, sino cuentas con el apoyo de la comunidad estarás muerta en menos de una semana - Terminó por comentar

Ultimamente las mujeres venían cada vez con más ganas de desafiar al mundo y siempre buscando el lado peligroso de las cosas. Qué es lo que tanto les atraía del peligro? Es decir, Benjamín estaba acostumbrado a siempre estar al borde de meterse en problemas, pero ear hombre, era distinto, podía lidiar con lo que surgiera. Una mujer sola e indefensa en el bosque, qué podía hacer?

- Pero, no voy a obligarte a hacer lo que no quieres -

Todos lo hombres tenían un lado bueno y malo. Pero él solo tenía un lado; Ben. Un tipo común y corriente, que por x motivo había llegado a la isla. En el momento que empezó a reír, no pude evitar imitarlo por lo bajo. Su risa era chistosa, y contagiosa. El tenía muchas ganas de presentarme al resto de la comunidad, pero eso sería muy aburrido. Al escuchar su último comentario, me paré y me senté al lado de el, en el pequeño espacio que quedaba en el tronco. Lo miré a los ojos.

-¿Sabes? Muchos chicos tienen su lado bueno y su malo. Yo acabo de conocer esos dos tuyos. Ahora hice una pausa y me paré en frente de él -Vamos a sacar a tu lado divertido dije con una sonrisa del tamaño se un oso. Lo tomé de la mano, y lo llevé hacia la playa corriendo

Ya tenía en mente lo que quería hacer con el. Nada malo ni prohibido. Solo...divertirnos.

La miró curioso cuando se acercó y tomó asiento a su lado. ¿Por qué no respondía a lo que él le había dicho? Es decir, ¿Poco le importaba que tal vez pudiera llegar a morir allí en manos de un asesino? Tal vez, tal vez eso era lo que quería. No, la chica que había visto sentada casi llorando en la playa, ella tal vez habría querrido la muerte en vez de quedarse allí. Pero la chica que estaba observando ahora, alegre y simpática, se veía con más ganas de vivir que nunca.

- Bueno y malo? - Preguntó - A ver, cuál es cuál? -

No pudo terminar de formular la pregunta y ella lo había tomado de la mano diciendo que fueran a divertirse. Ok, esa sonrisa que había puesto no indicaba que la forma de diversión que ella dijera sería algo realmente normal. La siguió y llegaron a la playa. Se acomodó el cabello que había quedado todo revuelto por el viento y le sonrío.

- Muy bien, volvimos a la playa - DIjo mirando a su alrededor