No creo que sea muy buena idea, pero si tú lo dices {Penny}

No tenía la más absurda idea de qué hacía cerca de donde no debía estar. Benjamín sólo se había dedicado a caminar y caminar, después del encuentro con Lorena, por el bosque y de repente había aparecido cerca de donde estaban los cazadores, algo que nunca debía de haber hecho. Suspiró negando con la cabeza. Había ido una vez antes y no había sido nada bonito. Practicamente casi lo matan y pudo salír de ahí con vida gracias a Lauren, la líder, quien estaba cerca y conocía a los cazadores muy bien.

Se apoyó contra un árbol dudando. En realidad nunca tendría que haber dudado de nada, tenía que dar media vuelta y volver a la Casa o ir a otro lugar lejos de allí y de la plantación de marihuana. Pero algo, que no sabía qué era, lo había hecho dudar y quedarse allí plantado como si esperara algo o alguien. Sentía que si se iba ya mismo se perdería de algo importante. Y así lo era sólo que él no lo sabía. Esperó unos minutos y comenzó a caminar para la dirección contrara a la casa de los cazadores intentando no hacer el mínimo ruido pero algo lo frenó.

No muy lejos de donde él estaba pudo divisar la silueta de una mujer, y no cualquier mujer, era Penélope. Frunció el ceño. "Qué hace aquí?" Pensó escondiéndose atrás de un árbol y comenzando a ir en dirección hacia ella isn que ésta lo viera. No le gustab ala idea de que estuviera tan cerca, podrían confundirla con algún viajero nuevo, no parte de la comunidad y matarla. Aunque claro, ella y su familia y aeran bastantes conocidos. ¿Pero si alguno no se tomaba siquiera la molestia de divisarla bien antes de disparar? No se podía imaginar que Penny estuviera dispuesta a correr tal riesgo. Bueno, en realidad, por lo que había llegado a conocerla si la creía capaz. Era tan... Simplemente... No tenía palabras para describirla.

Al llegar lo necesariamente cerca de ella, rodeó con un brazo su cintura y con su mano derecha tapó con rapidez la boca de la rubia para que no gritase y alertara a los cazadores. - Soy yo - Le dijo al oído en un susurro - Voy a sacar mi mano de tu boca pero no grites - Acto seguido, Benjamín hizo exactamente lo que le había dicho rogando que no se le ocurriera gritar ni regañarlo en voz fuerte ni nada similar.

Era pronto, la verdad es que no sabía la hora exacta, aparentaba estar aburrida, tumbada en mi cama, esperaba a que mi madre saliese de casa, para poder irme yo seguidamente. Como de costumbre y para cerciorarse, se paso por mi cuarto, y me pregunto que, que iba a hacer hoy a lo que yo conteste, que, quedar con unas amigas, ella no pareció muy convencida, aun así se fue no sin antes, dirigirme una mirada de advertencia. Para mi desgracia, yo era algo predecible, y no sabía mentir demasiado bien, tendría que practicar. Nada mas ver por la ventana, como mi madre se alejaba, salte de la cama, y me vestí rápidamente. Una vez equipada, salí de la casa, dejando una nota sobre la encimera, explicando que quizás llegaría un poco.

Había oído rumores, solo rumores, ni si quiera sabía la fuente, de donde provenían, pero eran suficientes para que me embarcara en una nueva aventura, deseosa de emociones fuertes. La curiosidad latía fuertemente, y me obligaba a romper las normas una vez más. No podía evitarlo, no podía controlarlo, tenía que investigar, tenía que averiguar si aquellos rumores eran ciertos, asumía los riesgos sin ni siquiera pensar en las consecuencias que estos tendrían. Así que sin pensarlo dos veces, salí de la Casa, en dirección al hogar de los Cazadores.

Caminaba segura por el camino que conocía de memoria, ya que lo había recorrido muchas veces, en mis múltiples aventuras, y al no tener que fijarme en exceso por donde iba me daba tiempo para pensar. Aquellos rumores decían que algo estaban tramando los Cazadores, y aun que la fuente no era muy fiable había hecho un pacto conmigo misma de ir a investigar. Aun que sabía muy bien que era una escusa, podía haber sido por cualquier otra razón, pero habría salido de la Casa en busca de diversión, pero ahora que tenía una misión suponía un reto mayor para mí, lo que me excitaba aun más, y me alentaba a seguir adelante. El sendero, estaba lleno de maleza, y desniveles, un par de veces por casi me caigo, pero eso no me detuvo. De pronto oí ruidos, y rápidamente me escondí detrás de unos matorrales, minimizando el ruido, no quería que me localizaran, no tan pronto y sin haber recaudado nada de información. Mi corazón bombeaba velozmente, y la adrenalina subió como la espuma. Me mantuve callada, y alerta, sabía de sobra que los cazadores eran peligrosos, de eso se había encargado mi madre prohibiéndome cualquier tipo de contacto con ellos, pero por alguna razón no me asustaban en absoluto. De pronto, una mano se poso en mi cadera atrapandome, y otra en mi boca, tapando el chillido que iba a proferir, y mi ojos se abrieron desmesuradamente, a causa del pánico. Por un segundo temí por mi vida, pero aquel sentimiento desapareció al darme cuenta de quien era. ¿Que hacía él aquí?, me relaje al instante, - ¡Ben! ¿que haces aquí? - dije cuando me quitó la mano de la boca, al tiempo que le daba un suave golpe en el pecho, a causa de una leve rabieta.

Pudo sentir unos segundos más el aroma de su cabello contra su rostro y lo disfrutó hasta que ella se separó y despacio le golpeó el pecho lo cual apenas le había causado algo de cosquilla. Río despacio, procurando no hacer mucho ruido, por la expresión de asustada que tenía. Para él, era un banquete ver cada una de las expresiones que Penny ponía y ya casi las sabía de memoria, su favorita era la que ponía cuando estaba avergonzada por algo. El tono rosado que tomaban sus mejillas era simplemente que no tenía precio y le causaba demasiada ternura.

- Qué hago yo aquí? Qué haces tú aquí y encima sola? - Dijo mirando a su alrededor preocupado por si llegaba a aparecer alguien.

Volvió la vista a ella un tanto curioso. Qué rayos haría allí? Qué estaba planeando ahora? Se sentó en una piedra bastante alta y agarró una hoja grande que estaba en el suelo con la que empezó a abanicarse. El calor era simplemente insoportable, como solia ser todos los años en esa época según le habían contado. Él apenas llevaba alrededor de un año ahí y no tenía tanta experiencia con el clima. Pero había aprendido a amar la playa y la isla tanto como el resto de los originarios que se encontraban allí y habían sido tan amables con ellos.

Con su mano izquierda golpeó a su costado la piedra y le sonrío invitándola a sentarse antes de que siguiera con una misión absurda que podría traer problemas a la mayoría de la comunidad. Con un encuentro con los cazadores en el que estuvo a punto de morir le bastaba, no necesitaba otro y que ese "apunto" se volviera una realidad, aún tenía muchas cosas que hacer antes de que sucediera. Y conquistar a la chica que tenía en frente era una de sus metas, como si fuera algún trofeo que tenía que ganar, e iba a hacerlo.

Se corrió el cabello de la cara porque ya estaba comenzando a molestarle demasiado y el calor se hacía más insoportable que nunca, deseaba con muchas ganar ir al mar y mojarse un poco, más bien un poco mucho. El agua era refrescante y hubiera dado lo que sea en ese momento por tirarse de un chapuzón o incluso desde el acantilado en la parte más baja, aún nunca lo había intentado desde la punta porque eso representaría un suicidio.

Ben, no me contesto, me respondió con otra pregunta, lo que me hizo preguntarme exactamente el motivo por el que me encontraba en ese lugar. La verdad es que me había movido la curiosidad y la ganas de ir en busca de una aventura, como siempre. Pero, ¿y él?, ¿había venido por la misma cuestión?, averiguar si los rumores eran ciertos o simplemente estaba aquí por casualidad. Muchas preguntas inundaron mi mente. El estaba preocupado, se podía notar, seguro que era consciente de que estábamos cerca del hogar de los cazadores, aun así me dedicó una de sus típicas sonrisas y me invito a sentarme junto a él una piedra cercana. Aquella idea me tentó más de la cuenta, no podía negar que me hubiese encantado sentarme allí con él, pero no, me estaba distrayendo de mi misión principal, recaudar información. Negué con la cabeza ante su proposición, entonces me di cuenta, parecía tener calor, y era normal, hacía relativamente poco de se había instalado en la Isla, yo ya estaba acostumbrada y apenas notaba el calor, al menos no cuando era excesivo, y hoy hacia un día normal. Aun recordaba los días que iba todos los días al mar a refrescarme. Pero aun que era un día normal, sentía mucho mas calor fruto la adrenalina del momento que hacía que mi temperatura corporal subiera un par de grados. Me abanique un poco con la mano, me desabroche un par de botones de la camisa, y me remangue las mangas, dejándolas a la altura de los codos.

- Estoy aquí en una misión para recaudar información, y ahora vete, necesito tranquilidad - respondí con simpleza, por lo bajo, al tiempo que le señalaba la dirección que debía tomar para irse. Tener allí a Ben era una gran distracción, que no me podía permitir, no podía negar la gran atracción que sentía por él, y no era el mejor momento para estar a solas con él, estaba en una misión de espionaje, y a decir verdad nunca había sido una buena espía, así que necesitaba poder concentrarme lo máximo posible, para no levantar la voz, o tropezar, como era costumbre mía.

En mi interior sabía que era una mala idea, que era peligroso, estar cerca de los Cazadores, pero no podía parar, era una adicta a romper las normas, a las aventuras, no había misterio que se me resistiera, y este no iba a ser una excepción.

Le encantaba aquel aire misterioso y peligroso que solía tener Penélope de vez en cuando. Como si no le importara nada en absoluto con tal de cumplir su objetivo. Era determinada, sabía exactamente lo que quería y estaba dispuesta a sacrificar todo con tal de hacer lo que se proponía. Ahora, en medio de este calor, ella estaba en una "misión" y tal vez él le entorpecía los planes. Por primera vez la vio dar un indicio de que el calor le afectaba y la vio abanicándose con su mano. En los originarios nunca se notaba si tenían frío o calor, en cambio en los "nuevos" como él si. Benja estaba sin remera y sólo con un short que le llegaba mas o menos por las rodillas, típica vestimenta cuando no solía aguantar algo más de ropa.

- Vamos Penny, estás hablando conmigo! - Susurró parándose en la roca para luego agacharse y volver a quedar a su altura - Cuéntame, de qué se trata esta misión? Qué información debes recaudar justamente aquí en el hogar de los cazadores? - Bajó de la roca, se acercó a ella pero pasó por su lado y se colocó atrás. le habló despacio y al oído - Lauren sabe que estás aquí? -

Era una pregunta con una respuesta bastante obvia, Lauren ni se imaginaba que su hija andaba por esos lados porque simplemente no lo hubiese permitido. Su familia lo era todo para ello y no quería que tratasen con los traficantes ni que los tuvieran a 500 metros de distancia. Los cuidaba mucho más de los que cuidaba a la comunidad y eso era algo totalmente comprensible.

Con una de sus manos y con delicadeza corrió el cabello de Penélope y lo colocó detrás de su oreja mientras volvía a acercar sus labios a su oído y en un susurro dijo - No creo que lo sepa ¿no? Te meterías en muchos problemas si tu mamá se entera de este encuentro y de cuál es tu objetivo -

Se refería a "este" encuentro porque Lauren siempre miraba mal a Benjamín cuando se acercaba a su niña. Él le agrada a la lider siempre y cuando estuviese a una distancia debida de ella. Hasta donde sabía, Lauren prefería que ella se emparejara con algún miembro originario que conociera desde niña y Benjamín no lo era. Pero eso hacía que sintiera mucha más atracción por Penélope.

Ya me lo esperaba, por lo que no me sorprendió que no me hiciera caso, nunca lo hacia. Suspire de impotencia, si él estaba cerca no sería capad de concentrarme lo suficiente como para realizar con éxito esta misión. Bajo de la roca y se situó detrás mía, y me habló al oído, aquello me tenso al instante. Despacio con con tranquilidad. Aquello me puso aun mas nerviosa, sentir su aliento en mi oreja, me des concentraba por completo, me llevó unos cuantos segundos comprender su pregunta, y no por que fuera difícil de comprender sino por que no, si Ben estaba demasiado cerca. Si mi madre hubiese estado presente, apuesto que me hubiese chillado que me alejara, horrorizada, aun que Ben le caía bien, mi madre tenía sus limites, ella pensaba que seria mejor que me relacionara mas con los chicos originarios de la isla, pero yo no quería, me parecían unos aburridos, y algo cobardes para mi. Cada vez que mi madre y yo teníamos esta conversación ambas habíamos salido enfadadas.

El me susurro una pregunta, pero antes de que la formulara, estaba segura de que ya lo sabía, supuse que solo la había preguntado para ver mi reacción, ya que le gustaba hacerme de rabiar. Nada mas oír la pregunta, mis ojos se dilataron a causa del pánico, ahora la idea de que me capturaran los Cazadores me parecía mejor que enfrentarme a mi madre, si se llegara a enterar de que estaba aquí, en este lugar, a pocos metros de los cazadores, me castigaría de por vida. Note como sus labios se acercaron a mi oído, aquello me puso mas nerviosa, y mi pulso se acelero velozmente. No lo había formulado en forma de amenaza, y no le creía capad de hacer semejante traición, pero aun así sentía la necesidad de cerciorarme. Rápidamente me di la vuelta, dispuesta a enfrentarme a él, pero no calcule lo cerca que estaba de mi, y nuestras quedaron a apenas unos centímetros uno del otro, no pude evitar sonrojarme. Podía notar su respiración. Mi corazón latió a un mas fuerte, estaba muy nerviosa, estábamos muy cerca, nuestros labios estaban muy cerca. De pronto unos deseos implacables de besarle aparecieron, he iba hacerlo, pero entonces me di cuenta de que no estaba bien, y me separe rápidamente, quedando a unos metros de él. - Lo siento - me disculpe mirando hacia él suelo. Necesitaba tranquilizarme, enseguida empecé a respirar hondamente, intentando limpiar mi mente de aquellas ideas que apenas un segundo habían inundado mi mente, estaba aquí en una misión, y no debía desviarme. Di media vuelta, para no mirarle, necesitaba concentrarme. - Puedes quedarte, pero no se lo digas a mi madre - dije, algo mas tranquila, y con cierto aire de suplica, mientras volvía al matorral donde me había escondido antes.

Podía notar cómo se había tensado cuando él le habló tan cerca. No le sorprendía, si alguien te hablaba en el oído de esa forma era lógico que tu cuerpo no reaccionara por completo. Sonrío al tenerla tan cerca aunque fuera de espalda. Podía sentir el suave aroma de su rubia y larga cabellera, sin mencionar, que era demasiada la tentación pero él ya estaba acostumbrado. Paso a paso. No quería arruinar nada con ella, era especial, era diferente, era... Era Penélope. Se había convertido en el objetivo principal que tenía en aquella isla y estaba seguro que iba a conseguirlo, tarde o temprano.

Cuando ella se dio vuelta pudieron encontrarce a tan sólo centímetros el uno del otro. La miró directo a sus ojos verdes y aún tenía una de sus manos tocando su cabello. En ese momento él hubiera pensado que Penny también quería besarlo tanto o inclusivo más de lo que él quería. Pero luego se separó y miró abajo. Benja cerró los ojos y volvió a abrirlos mientras también se hacía tan sólo un paso más atrás. Si ella no quería nada, iba a respetar eso. Por lo menos por ahora. Sonrío al ver esa expresión de avergonzada que tenía. Su gesto favorito. Sus mejillas se tiñeron de un leve color rosáceo que le hicieron dar aún más ganas de quedarse con ella.

- En realidad, lo que quería no era quedarme - Dijo desviando la vista hacia la dirección del hogar de los cazadores - Las personas que están allá son muy peligrosas, lo sabes - Volvió a mirar a la rubia - Preferiría convencerte de que regresaras conmigo a la Casa o tal vez que vayamos a la Playa - Dijo e hizo una pausa - Pero creo conocerte lo suficiente para saber que no lo harás y que te irás directo por ese camino a "recaudar información" -

La miró divertida. Ambos tenían el mismo espíritu aventurero, ¿La diferencia? Aunque no pareciera, Benjamín tenía sus límites y sabía cuando algo no le beneficiaba en absoluto o podía perder mucho más de lo que podría ganar. Pero no iba a dejar a Penélope sola, después no quería andar preguntándose toda la vida qué hubiera sucedido si la hubiera acompañado. Esa era su lógica de vida, era su ley fundamental. Nunca preguntarse después ¿Qué hubiera pasado?. Él no creía en el destino, odiaba el hecho de pensar que él no controlaba su propia vida, sus propios actos. Pero si creía en las "causalidades", todo ocurre por una razón, no por "casualidad". Y si estaba allí con ella era por algo...

A pesar de estar Ben a mi espalda, estaba segura de que estaba sonriendo por la anterior situación, siempre que no encontrábamos en una situación parecida él parecía disfrutar, y para que negar lo yo también, pero en su mirada aparecía un brillo algo peculiar que nunca había visto en nadie, y muchas veces había pensado en preguntarle que, que es lo que sentía él por mi, pero el problema es que ni yo sabía que era lo que sentía exactamente por él.

Mientras repasaba mentalmente lo que acababa de pasar, oí atentamente lo que decía. No quería quedarse, lo entendía, mi madre me había contado muchas historias, pero nunca había conseguido que les tuviera miedo a los Cazadores, simplemente me parecían personas, suspire. Y a decir verdad la primera opción era muy apetecible, pero tenía las ideas muy claras, y tenía muy claro lo que debía hacer. Y no pude evitar reír por lo bajo, me conocía bastante bien. Me gire para mirarle a la cara, y guiñarle un ojo. - Exacto, si quieres luego vamos a la Playa a bañarnos - le dije divertida. Y sin decir nada comencé a andar de camino al Hogar de los Cazadores. - Yo me voy, nos vemos mas tarde entonces. Adiós - me despedí con la mano, y una sonrisa picara. No lo sabía a ciencia cierta, pero pensaba que Ben no me dejaría sola y vendría conmigo, al menos eso esperaba, no era que tuviese miedo, sino que me gustaba su compañía, aun que en cierto modo me distrajese. Aun que enseguida me arrepentí. No me importaba arriesgar mi vida, pero poner en peligro a Ben, ya era demasiado, ¿y si le pasaba algo?, no me lo perdonaría nunca. En ese momento desee que no me siguiera, por eso acelere el paso, intentado que me perdiese de vista entre la maleza.

Off: Me salió muy corto el post. u.U 0% imaginación, xD.

Levantó la ceja de sorpresa cuando le dijo que después podrían ir a la playa a bañarse. Sonrío y luego comenzó a ver como se alejaba. ¿De verdad pensaba que iba a dejarla ir sola?¿Creía que no la seguiría? Estaba totalmente equivocada si es que eso pensaba. Lo que hizo exactamente fué dejar que se adelantara un poco pero luego con rapidez y agilidad alcanzarla y pasar sus brazos por los hombros de ella.

- De verdad piensas que voy a irme? - Dijo mirando al frente - Creí que me conocías un poco mejor Penny. Si tu te quedas, yo me quedo. Es muy sencillo - La miró - Aunque no creo que sea una muy buena idea, pero si tu lo dices... -

Podía quedarse horas así, teniéndola cerca y mirando sus hermosos ojos verdes que parecían hacerle competencia a los azules de él. Pero esa mirada tan sincera y chispeante, llena de ansias de aventuras, no la había encontrado en ninguna otra persona. Tal vez por eso él estaba algo obsecionada con ella. O tal vez porque fue la primera persona en ver en La Isla al llegar y también la que los delató con la líder, Lauren. Pero gracias a todo eso, ellos estaban ahora disfrutando del mayor de los Paraísos.

- Dime Penny, qué es lo que tenemos que averiguar? - Sonrío. Si, "tenemos" él ya se había incluído sólo en la misión y no le importaba si a Penélope le gustaba o no la idea. Ahora estaban juntos en eso por más que ella no quisiese. - Qué rumores te llegaron? Ya te pareces a las viejas chusmas de los barios que saben todo - Bromeó mientras acariciaba el hombro de la chica.

Off: no te preocupes, ultimamente yo ando como vos. La imaginación se fugó a algún lugar lejano u.u Espero que vuelva pronto xD

Al parecer no había tenido éxito, en pocos segundos los brazos de Benja rodearon mis hombros. Suspire resignada. Sabía que, era inútil intentar convencerlo de lo contrarió se quedaría conmigo, era demasiado cabezota y testarudo en ciertas cosas, en eso se parecía a mi. No lo admitiría pero por una parte se lo agradecía, aun que por otro me sentía muy culpable, por hacerle esto. También sabía de sobre lo que pensaba, tenía un espíritu aventurero, era lo que mas me había llamado la atención de él, pero tenía mas sentido de la responsabilidad, y eso a veces era un estorbo, parecía mi conciencia, aun que casi siempre me salía con la mía, pero siempre le arrastraba a él.

Su pregunta me pillo desprevenida, que, ¿que teníamos que averiguar?, ¿no era obvio?, al tramaban los Cazadores, y yo venia a buscar información. Entonces me di cuenta, y pare en seco, al tiempo que me rascaba la cabeza, intentando concentrarme. ¿De que se trataba el rumor?, la verdad, no tenía ni idea, nada más oír como unos chicos de la isla hablaban sobre un plan secreto de los Cazadores, salí corriendo, sin terminar de oír el rumor. Tenía que dejar de pasarme esto, tenía que dejar de guiarme por mis instintos, tenía que empezar a pensar antes de actuar. Un ataque de risa broto de mi garganta, que fue aumentando de volumen, a medida que me daba cuenta de la estupidez que acababa de cometer, tras cesar un poco, me di media vuelta mirándole, divertida. Saque la lengua, y le guiñe un ojo. - La verdad, no lo se. Simplemente oí que tramaban algo, pero.. - me daba un poco de vergüenza reconocerlo. - no termine de oír la historia, cuando ya estaba viniendo al bosque a investigar.. - seguramente se reiría, la verdad es que ya me lo esperaba, yo también me estaba riendo, de mi propia metedura de pata. Siempre había sido muy distraída.

Tras aquel comentario, seguimos andando, hasta que llegue a un punto, en el que el camino se bifurcaba en dos, y volví a pararme. Y empecé a meditar, ¿por donde iba?, musite algunas cosa en voz baja intangibles, no podía ser que me hubiese perdido. Además no quería preguntar a le a Benja, seguro que se volvería a reír de mi. Y tendría toda la razón, pero no era muy buena en la orientación, de pequeña solía perderme muy a menudo, ahora menos, pero seguía perdido me.

Como lo esperaba, Penélope no tenía ni idea lo que venía a averiguar pero sin embargo estaban allí, los dos dirigiéndose directo al hogar de los cazadores como si fueramos a un parque de diversiones. Negó lentamente con la cabeza mientras reía despacio. Las mujeres siempre solían ser asi? Precipitadas, impulsivas, curiosas y hacían todo sin pensar? No le sorprendía por qué la mayoría de los detectives o policías eran hombres. Los hombres eran más fríos y calculadores la mayoría de las veces.

- Entonces venimos acá a averiguar....emm...Algo, cualquier cosa, ya que no sabes ni de lo que se trata. Bien eh! - Dijo sonriendo

Siguieron caminando y Benjamín practicamente se hacía un banquete por la situación. Estaba felíz. No, más que felíz. Ellos dos solos, en medio del bosque, posiblemente en una situación de peligro por lo que lo estimulaba más. Y tal vez podría hacerse el heroe si algo llegaba a complicarse. Eso sería genial, o no? Sería algo así como su protector. Bueno, está bien, estaba comenzando a divagar. "Basta" Pensó mientras seguía el paso de Penny luego de haberse detenido unos momentos y observado cómo ésta le había sacado la lengua y guiñado el ojo. Parecía que ese día todas las chicas con las que se encontraran estaban dispuestas a sacarle la lengua. ¿Se habrían pusto de acuerdo?

De repente ella se paró, justo donde el camino se dividía en dos. La miró con curiosidad hasta que se dio cuenta que estaba perdida, no sabía por donde ir. Corrió su cabello porque el jopo comenzaba a molestarle y comenzó a caminar por el de la izquierda. - Vamos! Es por aquí! - Exclamó muy seguro mientras se adentraba. Conocía perfectamente el camino y, a diferencia de ella, tenía un muy buen sentido de orientación. - Apúrate, no quieres quedarte ahí sola ¿no? - Le sonrío mirándola mientras seguía caminando.

Al parecer no se lo había tomado muy mal, es mas ya se lo esperaba, y se rió conmigo. Me encantaba la forma de ser de Benja, era tan natural, tan alegre, tan compresivo. Había cosas que no entendía, ¿por que me acompañaba en todas mi aventuras?, era incomprensible, y lo sabía, no tenía concepto de riesgo y muchas veces me había tachado de irresponsable, y loca, pero eso nunca me debutó, mi curiosidad era demasiado grande, y a causa de eso solía meterme en muchos problemas. Suspire, esta vez de felicidad.

Confusa en la bifurcación de caminos, él pareció notar que estaba perdida, cosa que había intentado ocultar, pero no sirvió de nada, se adelanto y fue por un camino. Por un segundo me quede parada, indecisa, pero después le seguí por su camino. Muchas dudas surgieron en mi mente, ¿seguro que era por aquí?, no dudaba del sentido de la orientación de Benja ni mucho menos, pero dudaba de sus intenciones, quizás habría escogido el camino incorrecto para intentar alejarme de mi misión, en estas cuestiones se volvía muy sobre protector, y aun que se lo agradecía, lo veía innecesario. Aun así no se si sería capad de hacerme eso, era un buen amigo, pero estaba segura del todo, no sabía quien ganaría entre su lado protector, o su lado de amistad. Lo peor, es que incluso si me hubiese traicionado no podría culpar le, ni podría enfadarme si lo hubiese hecho.

- ¿Seguro que es por aquí? - pregunte llena de sospechas, al tiempo que ponía su altura, y seguía su paso. Quizás me estaba poniendo un poco paranoica. Decidí no darle mas vuelta, lo que me respondiese me lo creería, sin pensarme lo dos veces, confiaba mucho en él.

Intentando desviar el tema, para no preocupar a Benja por la misión. - Después nos iremos a bañar ¿no? - pregunte divertida, la idea me gustaba, hacia tiempo que no me bañaba en la playa, me apetecía mucho, y más si venía Benja conmigo.

Río cuando Penny le preguntó si estaba seguro de que era por allí. Obviamente creía que él la llevaba por un camino equivocado. Aquella idea la pensó más de una vez y más de un avez, también, se tentó por doblar en otro lado e ir directo a la casa. Pero no. Estaba siguiendo el camino justo al hogar de los Cazadores. La idea de un poco de aventura al lado de la mujer que últimamente estaba el 99 por ciento del tiempo en su cabeza le encantaba. No iba a desperdiciar una oportunidad como aquella. Sonrío de forma pícara.

- Cuidado! - Exclamó no muy fuerta y la puso contra un árbol poniendo su cuerpo contra el de ella - Shh - Le dijo despacio llevando el dedo índice a los labios de ella -

La idea era la siguiente. Benja estaba pretendiendo haber visto un cazador y como ellos estaban en una "misión secreta" no podían ser vistos. Por lo cual aprovechó para acercarse aún más a ella. Quedó apenas a uno o dos centímetros de sus labios y los observaba como si estuviera algo hipnotizado.

- Recién pasó un cazador - Dijo susurrándole en el oído - Ahora, tenés alguna duda de que el camino sea por acá? - Sonrío divertido

Esperó unos segundos pero no quería separarse, aunque sabía que debía de hacerlo. Aún así, seguía pegado a ella y al árbol. Esta escena le hizo sentir aún más calor del que había y en un momento llegó a pensar que comenzaría a transpirar. Por suerte, no era así. No podía evitar ver sus hermosos ojos verdes y sus labios carnosos. Moría por besarla, desde hace tiempo la buscaba y había, de vez en cuando, un juego de coqueteos.

- Respondiendo tu pregunta anterior - Dijo despacio haciendo una pausa - Si, nos iremos a bañar cuando salgamos de acá -

Dspués de cómo sintió que la temperatura subió en ese momento, necesitaba refrescarse cuanto antes. Seguramente ella también. Ya no era sólo el calor del clima, sino de la situación, de nuestros cuerpos prácticamente pegados el uno con el otro.

Pareció divertirle mi pregunta, ya que una sonora carcajada salió de su boca, algo de esa risa me contagio, pero no contesto, y mis sospechas aumentaron, cada vez estaba mas convencida de que íbamos en la dirección incorrecta. Pero no tenía ni idea de si era el camino hacia el hogar de los Cazadores, así que hasta que no viese algún rastro, que me certificase que estábamos en el camino equivocado, conocido tendría que confiar en él.

De pronto, una exclamación de peligro por parte de Benja, hizo que mi adrenalina aumentara y más al sentir como me aprisionaba contra un árbol. Me puso un dedo en los sabios, obligándome a callar, tenía que preguntar que pasaba, pero ahora no parecía el momento correcto. Sus labios se acercaron a mi oído, aquello acelero mas mi pulso, nuestros cuerpos estaban muy pegados, y notaba como el calor de ambos aumentaba. ¿Un Cazador? había oído bien, la verdad es que no tenía miedo, pero ahora no temblaba por eso, sino por la cercanía de nuestros cuerpo, que me hacía pensar cosas impropias con Benja en aquellos momentos.

Tras unos segundos, seguíamos en la misma posición, y volvía escuchar su voz, afirmando que después nos iríamos a bañar, ahora estaba mas segura que antes, necesitaba refrescarme, asentí despacio. Estábamos tan cerca. Que podía notar su respiración, que se mezclaba con la mía, que a estas alturas era algo entrecortada. Estaba aprisionada entre sus brazos, pero no me importaba, podría permanecer así toda la vida. Estaba tan confundida, ¿que me estaba pasando?. Sentía sus labios, tan cerca, que en apenas unos segundos, acerque mis labios a los suyos, fue un simple roce entre ambos labios, fugaz, efímero, pero lleno de pasión, aun que enseguida me aparte. - Lo.. siento.. Yo.. - me intente disculpar, ¿por que me comportaba así?, yo no era así. Baje la cabeza arrepentida ante aquel acto, que no sabría con lo interpretaría Benja.

Saber que Penélope no había hecho ningún movimiento para separarse de él lo hacía estar aún más seguro de que a ella si le pasaban cosas con él. No era creído, ni agrandado, ni nada similar, pero simplemente ella estaba dando todas las señales correctas cuando alguien te gusta. Las mismas que él de vez en cuando le tiraba a ella para que supiese que no la trataba como a una más de la comunidad, era mucho más para él. Sonrío al tenerla tan cerca de él y entonces vino algo que en verdad él no se lo esperaba, ella lo besó. En realidad, no había sido un gran beso, sino un simple roce de labios pero ella lo hizo. La miró a lo sojos y en ese momento sintió como si todo el mundo se hubiera parado, como si el tiempo no existiera. Sólo ellos dos, allí, solos, nada alrededor.

- No tenés que disculparte - Susurró cuando escuchó una vaga disculpa de parte de Penny.

La verdad que no, no tenía por qué disculparse, todo lo contrario, a él le había encantado. Por lo que la apretó un poco más a él, posó una de sus manos en su mejilla y la besó. Pero un beso de verdad, no simplemente un roce de labios como había pasado anteriormente. Era un beso en el que él, por fin, descargaba todo lo que hace rato venía sintiando y aguantándose para no arruinar a que se diera en un buen momento, en un momento totalmente perfecto como aquel.

Besarla había sido aún mejor de lo que él se había imaginado. Sus labios eran carnosos y deseables por cualquier persona. Sus ojos, simplemente podías perderte en ellos por horas y horas y no te hubieras dado cuenta del tiempo. Su cuerpo, su cuerpo era una envidia para cualquier mujer, si hubiera pertenecido a la civilización en los continentes, seguro sería una modelo reconocida. Pero lo que más le gustaba a Benjamín, era su personalidad y su sonrisa. Era determinada y conquistaba a cualquier persona con esa sonrisa dulce que tenía. Simplemente Penélope le encantaba y no podía negarlo.

No podía comprender que me pasaba. Por que me comportaba de aquella forma. Estaba atrapada entre los brazos de Benja, y no quería separarme, quería que aquellos brazos suyos me rodearan durante toda la vida. Nuestros cuerpos estaban cada vez más pegados, y el calor aumentaba. Nunca me había sentido así con nadie. Benja no acepto mi disculpa. Y el segundo beso me pillo desprevenida. Podía a verle parado en cualquier momento. Pero sus labios atraparon los míos. Aquel beso era distinto, estaba lleno de furia, pasión y deseo. No sabía como reaccionar, intente sobreponerme, pero no pude y me deje guiar por aquel beso, que me hipnotizo. Mis brazos se enredaron en su nuca, y tire de él, intentando hacer desaparecer el espacio que nos separaba. Pero aun seguía sin comprender lo, aquel chico que tenía enfrente era Benja, siempre había sido un chico guapo y muchas chicas estaban detrás de él, pero yo nunca le había visto como más que un amigo, hasta ahora..

Me perdí en aquel beso, no supe cuanto tiempo duró, pero quería que el tiempo se detenerse que durase para siempre. Pero el sonido de los pájaros, me hizo salir de aquel ensueño. Termine aquel beso, despegándome suavemente de sus labios. Pose mi frente, junto a la suya, sin dejar de mirar su hipnóticos ojos azules. Aun tenía mis brazos sobre su nuca. Tenía que concentrarme, no me podía dejar llevar por mis deseos, unos deseos impropios de mi. - Ben.. No debemos.. Esto no esta bien.. - dije esforzándome por pensar con coherencia. Mi respiración era entrecortada, estaba acalorada, debido a la situación, ahora más que nunca la idea de ir a la playa a refrescarnos me gustaba mas que quedarnos aquí. Mi ojos se desviaron momentáneamente hacia sus labios, y me dieron ganas de volver a besarles, me mordí el labios inferior intentando reprimir aquel instinto.

Notó cómo primero Penny no lo seguía del todo. Éra lógico, él entendía la confusión que siente una mujer cuando alguien la besa de improvisto. Pero estaba consciente de que esos besos eran los mejores, porque no eran planeados. Tal vez no eran de películas porque no llovía, o no teníamos el más hermoso escenario detrás nuestro, pero era perfecto porque estábamos nosotros dos y nadie más. Sus sentidos estaban fuertemente concentrados en ella, no podía oír, pensar, sentir o tocar nada más que no fuera la hermosa rubia que tenía en frente mío. La rubia que había llamado mi atención desde el primer día que la había visto.

De repente ella separó sus labios de los de él pero seguían muy cerca el uno del otro que podría reanudar en cuanto quisiera aquel beso del que solo quería más y más. Escuchó claramente sus palabras y sonrío, mostrando una perfecta hilera de dientes blancos. ¿No estaba bien? Claro, había muchas cosas que no estaban bien y sin embargo se hacían. No debíamos, tal vez tenía razón porque en cuanto su madre se enterara lo mataría, pero sí podían. Él no era exactamente de los que cumplían reglas o hacían todo perfectamente bien, al contrario.

Río despacio - Y no es eso lo que lo hace tan deseable Penny? El saber que esto no debería ser, el saber que el pretendiente perfecto para tu madre es algún originario de acá como... como Maxi tal vez - Volvió a sonreír - Pero si yo no te gustara no hubieras seguido ese beso ¿No? - Le acarició el pelo - No voy a pedirte disculpas por haberte besado - Comentó

Tal vez sonaba orgulloso, pero él nunca pedía disculpas por nada, ni aunque hubiera cometido el peor error del mundo. Detestaba disculparse, si estaba equivocado probablemente se daría media vuelta y se marcharía, pero no diría Lo Siento ni por casualidad, tal vez sí borracho. Cuando se emborrachaba era la única oportunidad que tenía el resto para escucharlo decir alguna disculpa sincera, sino se guardaba todo, como de costumbre.

- En este momento tienes dos opciones - Dijo susurrando ya que al estar tan cerca podían escucharse perfectamente - Puedes separarte de mi, no lo voy a impedir, y seguir con tu misión o... Puedes hacer que esa misión espere un poco porque hay otras cosas más importantes que atender - Terminó por agregar con su mejor sonrisa de galán.

¿Que era esta sensación?, mi corazón latía tan fuerte que apenas podía oír mis propios pensamientos. Nunca había sentido esto con nadie. Era aun sentimiento extraño. Sus ojos azules estaban fijos en mi, podía notar su intensa mirada. Desconcertada, así es como me encontraba, siempre me dejaba guiar por mis instintos por mis deseos, y nunca lo había considerado mal, pero por alguna razón ahora que lo estaba haciendo mi mente de decía que era un error, pero mi corazón decía lo contrario.

Al principio escuche vagamente lo que decía, ya que miaba sus labios, pero no escuchaba las palabras que salían de ellos, hasta que escuche el nombre de mi mejor amigo, y en mi mente se formo una imagen suya. Mi madre se había empeñado en que debía salir con un chico originario de la isla, y para ella casi todos eran posibles candidatos, por lo que mi mejor amigo Max, no se salvaba. - Quizás Max se una mejor opción - comente, realmente lo pensaba, pero había algo misterioso que me atraía de Ben, y por mucho que intentase negar lo era así.

Era un poco engreído, yo ya la sabía. Le conocía lo suficiente para saberlo. Y aun que no pudiese decir que me gustase esa faceta suya, era parte de él, le hacia mas interesante, mas indescifrable. Estábamos tan juntos, que podía notar su respiración. Mi respiración seguía siendo entrecortada, de solo recordar el beso y me ponía nerviosa. Mientras estuviese tan cerca a Benja no podría pensar con racionalidad. Benja me ofreció dos opciones. Mi corazón y mi cabeza entraron en lucha por dominar mi cuerpo. Mi cabeza enviaba ordenes a todo mi cuerpo para que se moviese, que saliese de allí, pero mi corazón mantenía mi cuerpo anclado al suelo. Era una lucha feroz. Pero el corazón tenía todas la de ganar. Aun así no iba a ponérselo fácil. Enarque una ceja, comente divertida acercándome a su oreja. - Eres un poquito arrogante ¿no?, ¿quien me dice tú eres mas importante que la misión? Por que los misterios que me aguardan si sigo adelante son muy interesantes. - Seguramente respondería ante esa provocación, e inconscientemente quería que lo hiciera. De pronto la idea de ir a la casa de los cazadores de había ido de mi cabeza, y cada vez me parecía mas apetecible la idea de ir a la playa a bañarme, sentía mucho calor y estaba segura de que era provocado por Benja, pero aun así ahora solo quería estar con él.

No pudo evitar soltar una risita un poco sarcástica al escuchar que Max podía ser una buena opción. Vamos, qué podía tener de buena opción ese tipo? Claro, el novio perfecto, todo un casanova y aún así para Lauren era perfecto, ¿Por qué? Porque era un maldito originario. Aquel empeño en que la pareja perfecta de Penélope fuera alguien de la Isla era completamente ridículo. Está bien, él no buscaba ponerse de novio ni nada similar, pero le gustaría tener por lo menos la oportunidad sin que Lauren lo arruinase desde un primer principio.

- Si, tal vez sea una buena opción, tal vez debas ir y besarlo a él - Dijo despacio, podían oírse perfectamente, no hacía falta hablar más alto.

No estaba celoso. Bueno, ¿a quién quería engañar? Sí que estaba celoso. Celoso y con bastante bronca peor intentaba que eso no se notara en su tono de voz. Sólo hablaba con un poco de ironía para ocultar los verdaderos sentimientos que se peleaban en su interior para salir a luz. Pero no los dejaría del todo, no sería tan directo. Tendría que haberse apartado en ese mismo instante, es más iba a hacerlo. Pero su estúpida sonrisa engreída seguía en su cara y cuando estaba decidido a hacerlo sintió el susurro de Penélope en su oreja. Un susurro que podría haberle puesto la piel de gallina.

- Sabes, nunca dije que yo fuera más importante - Susurró él también - Pero sí lo que estábamos haciendo, o vas a decirme que en estos momentos no quieres que vuelva a besarte? - Al decir la última palabra de su pregunta, se acercó aún más dejando sus labios a tan solo unos milímetros de los de ella.

La miró a los ojos para no mirarle los labios ya que era demasiada tentación. Permaneció allí, inmovil a tan solo unos milímetros de besarla, pero no iba a hacerlo. Sólo quería jugar a provocarla un poco, ese juego le divertía mucho más que ir directo al asunto. Además, era obvio que ella también había empezado a jugarlo cuando le susurró de aquella forma con la cual, sino tuviese el suficiente autocontrol, ya la hubiera hecho suya en todos los sentidos de la palabra.

Mi comentario no tuvo ningún motivo concreto, simplemente una observación Max era originario incluso si hubiese matado a todos, a los ojos de mi padre seguiría siendo un candidato valido, mientras que Ben no sería apto, por mucho que lo intentase. No había pensado cual sería la reacción ante mi comentario, pero al parecer le daba igual, incluso me incitaba a irme, que me fuera con Max y le besase a a él. No sabía por que se comportaba así, si hubiese querido estar con Max, no estaría en aquella situación con él.
- Vale, eso are - conteste molesta ante su indiferencia, e hice un ademan de escapar de sus brazos. Pero en realidad, no quería irme de allí, pero quizás por orgullo no lo reconocería nunca.

Ben respondió a mi susurro, justo a tiempo cuando estaba a punto de irse, seguramente dejándome libre para ir a ver a Max. Y enseguida saco a relucir su arrogancia. Era verdad lo que decía pero me fastidiaba que me lo dijera, y que yo no tuviese mas remedio que darme cuenta de que era verdad. Me odiaba a mi misma al saber que Ben tenía tanto control sobre mi. Nuestras miradas se entrelazaron, me podía perder en aquellos ojos azul durante horas sin darme cuenta. Me mordí el labio inferior indecisa, tenía claro lo que quería hacer, y era besarle, guiarme por lo deseos, pero eso no era lo que debía hacer. Aun que no sabía por que comportaba así, era absurdo, no me entraba en la cabeza que Ben, pudiese sentir algo más por mi que amistad. Entonces un idea cruzo por mi mente. Y lo comprendí, para Ben no era más que otra chica, otra con la que coquetear, pero nada especial, otra chica más. La sonrisa que dibujaba mis labios se convirtió en una linea recta inexpresiva. Baje la cabeza para no mirarle a los ojos. Me deshice de sus brazos, y di un par de pasos, quedando Ben a mi espalda. No quería que me viese así. Ya lo había pasado bastante mal en cuestión de amores, y no quería volver a sufrir.

- Me voy, tengo que hacer cosas - dije enfadada conmigo misma por haber caído en su trampa. ahora empezaba a sentir cosa por Ben, él había ganado. Comencé a andar por un camino, el que creía que me llevaría de vuelta a casa, con los brazos pegados a ambos costados, apretando los puños con impotencia. Ahora me daba igual la misión, no me importaba descubrir el secreto de los cazadores, en estos momentos solo deseaba que aquellos sentimiento que había descubierto hacia Ben.

Algo extraño sucedió. Cuando Benjamín estuvo casi seguro que aquella batalla iba a ganarla, Penélope se separó. Así como si nada, como si algo dentro de ella se hubiera activado de inmediato y no le costara en absoluto alejarse. La miró sin comprender qué ocurría. "Qué rayos estaría pasando por su cabeza?" Se preguntó a sí misma mientras la miraba alejarse sin haberle dado ningún motivo, ni siquiera estaba yendo en dirección al hogar de los cazadores, sino que estaba yendo hacia la Casa. Había decidido volver.

- Penny! Espera! - Gritó y corrió hasta llegar a su lado - Oye oye, qué pasó? - La miró confundido

No iba a impedir que se vaya, si ella quería irse era libre de hacerlo pero lo que sí quería era un explicación de por qué esa tan repentina desición de alejarse de él. Las mujeres eran como un mundo aparte, tan dificiles de entender, nunca saben lo que quieren y todo interpretan de distinta forma a la que los hombres lo hacían. La verdad que él no era psicólogo ni nada similar como para entender una mente tan compleja pero a veces le gustaría, por lo menos, tener el don de Edward Cullen y poder leer la mente, tal vez así sabría por qué Penélope estaba yéndose como si no quisiese saber nada más de él.

- Está bien - Puntualizó deteniéndose - Si quieres irte, era libre de hacerlo. No voy a seguirte ni a tratar de impedirlo -

No sabía cuál sería la respuesta pero estaba dispuesto a aceptar cualquiera, se había preparado mentalmente para verla partir o para escuchar la explicación. Cualquiera no le sorprendería, estaba listo para ambas.

Como había podido dejarme engatusar de esa manera. Era imperdonable. Como había sido tan débil debía a verlo visto venir. Pero de alguna manera estar con Ben nublaba mis sentidos. Pero él había ganado ahora sentía algo más que amistad. Era una estúpida. Pude oír como chillaba y llegaba a ponerse a mi lado, pidiéndome una explicación por mi comportamiento. Podía a verle contestado, pero no se merecía ni eso. Parecía confuso, y yo quizás estaba equivocada, no, definitivamente no, todo era parte de su engaño.

Me dejaba, ir, no me lo iba a impedir, todo aquello lo dijo como si yo fuese la culpable, si fuese él, el bueno de la película. No iba a decirle nada, pero no iba a darle la satisfacción de desaparecer sin decirle una cuantas cosas, así que me gire hacia él. - ¡Creías que no me iba a dar cuenta! ¡Para ti todo esto es un juego! - dije casi chillando, me daba igual donde estábamos, ni si nos oían. Quería decirle tantas cosas pero ahora no sabía como ordenarlas en mi cabeza para que sonaran coherentes. Abría la boca pero de ella no salieron palabras. De pura impotencia, con los puños cerrados me abalance contra él. Sabía que apenas tenía fuerza, y no conseguiría hacerle daño, por mucho que lo deseara. Golpeaba su pecho con mis manos, al tiempo que note como mis ojos empezaban a humedecerse. Eso si que no, no lloraría delante de él, no podía ese placer. - ¡Pues lo has conseguido! ¡Estoy confundida! ¡Ya no se lo que siento por ti! - estallé, al tiempo que bajaba la cabeza, sin poder creerme lo que acababa decir. Me sentía mas vulnerable que nunca.

No pudo evitar abrir los ojos como platos por la sorpresa de que Penélope regresara casi a los gritos diciendo cosas sin sentido. "Qué no me iba a dar cuenta de qué? De qué rayos está hablando? Acaso se volvió loca?" Fueron unas de las preguntas que pasaron por su cabeza mientras la veía volver y mirarle como si fuera el peor mentiroso de todo el mundo. Qué había dicho él para que ella creyera eso? O qué había hecho? Simplemente no lo entendía. Caminó un poco hacia ella y segundos después se encontraban nuevamente cerca el uno del otro.

- Oye, espera - Dijo sin terminar de poder hablar.

Claro, no pudo terminar la frase porque Penélope simplemente empezó a golpear su pecho y decía que estaba confundida, que no sabía que sentía por él y demás. Aquella situación precía ridícula. Ella le golpeaba con fuerza a pesar de que él no sentía nada, bueno si pero como si fuera un niño de cuatro años el que le estuviera pegando de aquella forma en el pecho. Tragó saliva sin intender absolutamente nada y la abrazó con fuerza. Fué un reflejo, lo había visto muchas veces en la película y en el momento ese sólo pensó que debía hacerlo y no pensar más, debía abrazarla fuerte hasta que se calmase o hasta que rompiera en llantos. Las dos eran posibles opciones.

- De qué hablas Penélope? Nada es un maldito juego para mi! - Contestó levantando un poco la voz y manteniéndola en sus brazos - Puedes pensar lo que quieras pero tienes que creerme cuando te digo que NO es un juego - Puso cierto énfasis en la palabra "no" solamente para remarcarlo, para remarcar su equivocación.

Como esperaba mi escasa fuerza no conseguía mover le ni un milímetro. Me sentía impotente, exhausta, cuando de pronto note como me abrazaba, me encerraba en sus fuerte brazos. Mi primera reacción fue intentar separarme, intente forcejar pero no sirvió de nada, pero pronto me di por vencida y comprendí no me soltaría hasta que el quisiese. Otra vez estaba en su poder. Estaba furiosa, furiosa con él, por hacerme aquello, pero mas furiosa conmigo por no a verlo visto, por no haber sido lo suficientemente fuerte. Pero incluso estando tan enfurecida, podía sentir la confusión, podía sentir por Ben, algo que antes no estaba. Pero no quería admitirlo, no quería sentirme tan débil.

Por su parte Ben, seguía confuso, o eso parecida, abrió desmesuradamente los ojos, sin intender nada. Parecía confuso, parecía que no entendía de que estaba hablando. Pero todo era truco, estaba convencida, aquella cara de desconcierto era falsa, aun así no podía mirarle a los ojos, no me sentía capad. Entonces de pronto Ben alzo más la voz, eso no era propio de él, Ben siempre estaba calmado y casi nunca perdía lo nervios. En aquel intente le mire a los ojos en busca de una respuesta, sus palabras eran sinceras, podía verlo en sus ojos. Mientras hablaba me sentí muy culpable, había mal interpretado todo. Pase mis brazos por su espalda, abrazándome a él, antes quería separarme y ahora no quería que nada no separara. - ¿De.. verdad? - musite, aun sin poder creerlo.

Quería separarse. Cuando Benjamín había optado por abrazarla ella buscó separarse con todas sus fuerzas pero no lo consiguió El chico desconcertado por el cambio repentino que Penélope había tenido la aferraba con fuerza contra su pecho, no quería que se marchara. Sabía que se había dicho así mismo segundos anteriores que si ella quería irse, iba a dejarla. Pero no, simplemente en ese momento no podía dejarla ir. ¿Por qué debía dejarla ir si se sentía bien su compañía? Y estaba seguro que ella disfrutaba estar con él. Lo que no sabía era de dónde había sacado todo aquello del juego. El único juego que él estaba jugando allí, era el de la seducción, pero eso no quisiera decir que lo que sentía por Penélope no fuese real, al contrario, era lo más acercado a lo real que le había sucedido en esa Isla.

En un momento dejó de forcejear, había comenzado a calmarse cuando él mencionó sus últimas palabras. Le había creído, o por lo menos eso parecía. Benjamín no era exactamente un libro abierto pero tampoco era un mentiroso de primera por lo cual no podría haber mentido con tanta facilidad si aquello no hubiese cierto. No hubiera podido decir lo que dijo si no lo sentía por dentro. No era un juego. Ella no era un trofeo o algo similar para ganar. Ella era... Ella era Penélope.

- Es de verdad - Repitió contestando su pregunta mientras seguía abrazándola y sentía como ella lo hacía también. Ya no forcejeaba, ya no quería huír, ahora lo estaba abrazando - No voy a mentirte con algo asi Penny, ¿Por quién me tomas? - Preguntó desconcertado

Ni siquiera era bueno en actuación, por qué mentiría cuando sabía que iba a ser descubierto? Era algo ridículo, por eso casi nunca mentía. No sabía hacerlo bien, ni tampoco le interesaba aquello a menos que fuese en casos de extrema importancia. Acarició su pelo mientras largaba un pequeño suspiro, como aliviado de que ella no se hubiera marchado cuando iba a hacerlo. Felíz de que estuviera allí, en sus brazos.